Creo
que es hecho común la aparición repentina de un recuerdo que se queda rondando
en la mente por días, hasta que la dinámica del día a día lo engaveta de nuevo
en un baúl de apertura aleatoria, cuya cerradura raras veces funciona a voluntad.
Cuando eso me pasa procuro, no obstante, evaluar el recuerdo; buscando darle
una segunda vida a aquellos que lo ameriten, y así regresarlos a su baúl con
una nueva capa de vivencias.
No
obstante, encontrar que ese recuerdo está perdido en un limbo, o que nadie más
lo evoca resulta un poco frustrante, y a menuda deja la sensación de que la
mente nos está traicionando y tal vez convertimos un sueño o un deseo en
recuerdo; cosa que ocurre también. No ayuda el paso de los años, que hace más
difícil la diferenciación entre unos y otros.
Así que
hoy me propongo, si no arrojar luz, al menos exorcizar por medio de la
escritura cuatro recuerdos recurrentes de los que no encuentro evidencia, y en
los que tengo mi hipótesis sobre el por qué ello ocurre.
1) EL
ARRASE NO FUE SOLO DE LA TIERRA, TAMBIÉN DEL DOCUMENTO: Desde hace tiempo, cada
varios meses me viene a la mente un texto que leí en 2000 o 2001 sobre la “operación
tierra arrasada”, en alguno de los portales de noticia que estaban en boga en
esa Venezuela aun parcialmente encandilada con el oropel de las promesas
chavistas; que todavía podían sonar frescas aunque ya empezaban a expeler tufo
a descomposición. Recuerdo claramente haber visto en las páginas de analitica.com,
de noticias24.com o website similar un texto (que incluso descargué y archivé en
su momento) llamado “operación tierra arrasada”. El texto en cuestión, que
supuestamente se había filtrado desde las esferas gubernamentales, constituía
la hoja de ruta para “refundar la patria socialista” (o algo así de rimbombante
y engañoso); lo cual requería eliminar el sistema productivo, cambiar las leyes
vigentes, deshacerse de los “inadaptados” que no se amoldasen al nuevo orden
gubernamental, etc. El devenir de los acontecimientos posteriores me ha
demostrado cuan claramente ha sido seguida esa hoja de ruta, y me ha entrado
curiosidad por indagar que otra táctica destinada a permanecer en el poder
manejará la dictadura.
El problema
es que el texto parece no existir más.
Aparte
de que buena parte del material digital que traje en mi migración se perdió en
2017, incluyendo el archivo con este texto; no existe reseña alguna, evidencia
alguna, referencia alguna que haya podido encontrar al respecto. Dudaría de la
existencia de tal documento, si no fuera porque he confirmado con alguna que
otra persona que aún lo recuerda. Para más sinergia perversa, ese guion de como
destruir un país fue muy poco leído, supongo que por su paquidérmica extensión y
por su ramplonería farragosa (está escrito con esa estilo que mezcla pseudo
épica, resentimiento y queja plañidera, tan común en la izquierda
latinoamericana, y ahora también, en la norteamericana y española). Ni wayback
machine ni las más acuciosas búsquedas en internet muestran nada relativo a
este recuerdo, y si referencias similares provenientes de otros países y
signadas por el típico libreto de villanización del capitalismo. Pero no me doy
por vencido.
2) CUANDO
ARISTÓBULO DIJO QUE EL VOTO ELECTRONICO ERA PARA HACER TRAMPA: Es cosa común en
algunos políticos con más pragmatismo que convicciones (o moral) el cambiarse
de partido, “saltar la talanquera”. El fallecido Aristóbulo Istúriz era experto
en estas lides, pasando de AD al MEP, luego de nuevo AD, seguido de Causa R,
luego PPT hasta recalar en el puerto seguro del PSUV institucional chavista. Durante
sus tiempos de PPT, este partido era parte de la quincalla ideológica que se
aglutinaba en torno a Chávez, y que incluía desde el partido comunista hasta la
derecha militarera rancia.
Hubo un
breve tiempo en que por algún motivo el PPT disentía de las políticas de aquel
reyezuelo caprichoso y omnipotente en que devino el susodicho Chávez a su
retorno al poder luego de abandonarlo cobardemente en 2002, cuando aquellos
incidentes en los que, mediante un código de fácil interpretación en una insufrible
cadena televisiva, ordenó a sus sicarios de Puente Llaguno disparar a los
integrantes de la marcha opositora que exigía su dimisión. Durante aquel tiempo
(2003 o 2004), Aristóbulo Istúriz dio una entrevista al canal televisivo Venevisión
en la que, en referencia al nuevo sistema de voto electrónico que estaba por
implementarse, por parte de para el aquel entonces integrante “neutral” del
Consejo nacional Electoral Jorge Rodríguez (ficha dura del chavismo radical más
absolutista, luego de quitarse su mal aplicado barniz de imparcialidad) y la
empresa Smartmatic. En aquella entrevista, Aristóbulo dijo algo así como “esas
máquinas de votar son una trampa, porque si le mueves la palanquita para acá,
el voto viene para acá y si se la mueves para allá, el voto va para allá”. La
persona que veía esa entrevista conmigo (lamentablemente ya fallecida) comentó
que eso hubiera debido grabarse, para poner de manifiesto el fraude que
seguramente iba a ocurrir… y que efectivamente ocurrió (y siguió ocurriendo)
Nadie más que conozca recuerda esa entrevista, y he encontrado un total de cero
alusiones a ella en la red. Es más, ni siquiera he encontrado referencias a
esos tiempos en lo que Aristóbulo pudo ser considerado como parte de la
oposición. Los panegíricos que ha escrito el oficialismo luego de su muerte
obvian su pasado da saltos partidistas y sus tiempos (semanas, quizás pocos
meses) de oposición al todopoderoso régimen que destruyó, y a esta fecha sigue
destruyendo, a Venezuela.
Para
estos dos casos, creo saber lo que pasó: La contratación del borrado digital.
Hay diversidad de empresas que, luego del correspondiente pago, se encargan de
gestionar el borrado de los post, datos, etc. que no sea necesarios para los
fines que fueron recogidos. Esta laxa definición abre la puerta a la
posibilidad de que alguna(s) de las muchas compañías que se dedican a este fin
y que ofrecen servicios como borrado de noticias de internet. Y esto es pan
comido, considerando la ingente cantidad de recursos con la que cuenta el
régimen; recordemos que en la Venezuela chavomadurista, el estado es el gobierno,
por tanto este cuenta con todos los recursos nacionales a su disposición.
3) EL
RECUERDO PERDIDO DEL HOMBRE CON CARA DE CULO: En 1993, con una internet
incipiente y una telefonía móvil en pañales, las guías telefónicas reinaban
como los vademécum absolutos de los números de teléfonos de los usuarios. Para facilitar
la comprensión de aquel lector (de haberlo) nacido despues de los años 90s, explico
que en aquella sociedad primitiva no estaba extendido el uso de la telefonía
móvil, no había ningún dispositivo electrónico que almacenase los números de
teléfono de nuestro interés, y nos comunicábamos usando un teléfono fijo,
obsoleto aparato que no iba dentro de nuestros bolsillos sino fijado a la pared
o ubicado sobre una mesa en casas, oficinas, etc. Dado que no había un lugar
electrónico donde consultar los teléfonos si necesitábamos llamar a una
persona, oficina, comercio o institución, recurríamos a la guía telefónica, un
índice físico, impreso (¡horror!) que listaba los nombres del propietario de la
línea y su teléfono respectivo, ordenado por ciudades. Las líneas personales
estaban en las páginas blancas, y las comerciales en las páginas amarillas. En
aquel año, la guía telefónica vigente en la ciudad donde vivía (San Cristóbal, estado
Táchira, Venezuela) incluía los estados de la región andina, Táchira, Mérida y
Trujillo.
Esta
larga introducción busca contextualizar el hecho de que en la guía de ese año,
alguien hizo una broma pesada, de modo que el nombre (que no recuerdo
exactamente) de uno de los propietarios del línea del estado Mérida figuraba
asi:
Marcano
González, Juan Antonio CARA DE CULO…… 789 12 00 34
El tema
propició bromas e hipótesis varias, y creo recordar que el destinatario de la
broma demandó a la compañía telefónica y recibió una compensación económica acorde.
Lo malo
es que ninguno de mis amigos lo recuerda.
En este
caso, también he buscado en la red, sin resultado alguno. Si no permanecieran
de modo tan vívido en mi mente las imágenes de cuando, animados por alguien que
nos dijo “vamos a buscar en la guía al tipo al que le escribieron cara de culo”,
un grupo de amigos encontramos la referencia y estuvimos riéndonos juntos un
buen rato, diría que es una traición de mi memoria. Pero en el próximo caso,
esa sensación se acentúa más aún.
4) LA
ESCENA DE “BLUE VELVET” QUE NUNCA EXISTIÓ: El día en que fui al cine a ver “Blue
Velvet” en 1987, más de la mitad de los asistentes abandonaron la sala a lo
largo del filme, quizás incapaces de entender la mordiente trama o las sutiles referencias.
Era en general un público más acostumbrado a la acción de “Rambo” o al
sentimentalismo barato de “La Hija de Nadie”. Pero yo y quienes fueron conmigo
estábamos atornillados a la butaca, arrobados por lo diferente, por lo inusual.
Era como un accidente vial con muertos, te puede parecer horrible pero no
puedes dejar de verlo. Uno de los aspectos que más me cautivó del film es su
imposibilidad de fijarlo en una década específica. Los modelos de vehículos y
la vestimenta de los actores parecen referirse a los años 50s o 60s… hasta que
hay una escena (no fundamental en el film) de unos negritos paseando con un
boombox y escuchando rap a alto volumen que sitúa al espectador en la década de
los 80s sin ninguna duda.
Esa
escena no existe.
Al
menos es lo que infería luego de ver Blue Velvet de nuevo en 2022 y no
encontrar la escena, y tampoco referencia alguna a la misma en ninguna de las
críticas de la película. Llamé a una de las personas que fue conmigo a la
función para preguntarle específicamente si recordaba la escena… y si la
recordaba; incluso rememoró como estuvimos hablando de su importancia para
desconcertar al auditorio dentro de la trama. Pero no he encontrado manera de ver
nuevamente la escena en cuestión.
Al final, parece lógico que
una película tan fumada tenga asociado un recuerdo (o no-recuerdo) tan surrealista.